The Vengeance of the God
by José Antonio Ramos Sucre
Translated by Guillermo Parra
The excess of the inhabitants marred the fame of that pleasant land, dressed in flowers, broken by wild fountains, loved by the gauzy cloud and the paternal sun. It had a weird stone’s name and the sea as tributary in pearls.
The God watched over the men’s crimes in the undeserving country, and hoped for the birth of a messenger of health and concordance, far from them, in the most umbrous jungle. He is born one night from the breast of a flower, by the lightning flash that paints a luminous stigma on his face. He’s raised under the care of the birds and the trees and by the kindness of the beasts.
Those men receive the mission of virtue with daring actions and excesses and they pay the envoy with a trance of ignominious death. The God punishes them making the wealth of the land they sully bigger. He nourishes it with fatal treasures that are the unfolding of the sleeplessness of greed, who divide the people into angered bands of rich and poor. The new gifts infest with vengeful hatreds and populate with expiatory bones.
La torre de Timón (1925)
http://venepoetics.blogspot.com/
José
Antonio Ramos Sucre
LA
VENGANZA DEL DIOS
El desafuero de los habitantes afeaba la
fama de aquella tierra amena, vestida de flores, rota por manantiales ariscos,
amada por la nube de gasa y el sol paternal. Tenía el nombre de una piedra rara
y al mar de tributario en perlas.
El Dios velaba el crimen de los hombres en
el inmerecido país, y quiso el nacimiento de un mensajero de salud y concordia,
lejos de ellos, en la más umbría selva. Nace una noche del seno de una flor, a
la luz de un relámpago que pinta en su frente luminoso estigma. Crece al
cuidado de las aves y de los árboles y al apego de las fieras.
Aquellos hombres reciben la misión de
virtud con atrevimientos y excesos y pagan al enviado con trance de muerte
ignominiosa. El Dios los castiga engrandeciendo la riqueza de la tierra que
mancillan. La nutre de tesoros fatales que son desvelo de la codicia, que
dividen al pueblo en airados bandos de ricos y de pobres. Los nuevos dones
infestan de odios vengativos y pueblan con huesos expiatorios.
La torre del timón, 1925
José Antonio Ramos Sucre
Obra poética
Buenos Aires, Sudamericana, 2001, p. 58
No comments:
Post a Comment